Vamos a dar una vuelta (I)

Nos dirigíamos hacia el coche, después de haber estado toda la tarde de compras navideñas. Ya habíamos tenido ciertos momentos de lo más subiditos de tono en unos probadores de una tienda a la que no nos volveríamos a acercar, después de que nos echasen al haber escuchado unos gemidos en los probadores que hiciesen que las dependientas alertasen a los guardias de seguridad, aunque eso, como se suele decir, es otra historia.
Antes de llegar al coche me susurró que tenía una pequeña sorpresa para mí, mientras me mordisqueaba el lóbulo de la oreja,lo que provocó que mi mente ya se empezase a imaginar lo que vendría a continuación. Nos besamos apasionadamente una vez habíamos metido los regalos en el maletero y nos subimos en el coche. Una vez dentro le pregunté que cual era mi sorpresa, que me tenía intrigado. Me miró picaramente con sus grandes ojos color avellana, y me dijo, llévame a casa, ya lo verás.
Puse el coche en marcha y nos dirigimos rumbo a su casa, charlando sobre lo ocurrido hacía un par de horas, mientras no dejaba de pensar que tendría preparado... Al cabo de unos minutos apagó la radio, justo cuando estaba terminando de sonar "She´s so cold" de los Rolling, mientras se quitaba la sudadera arrojándola en la parte trasera del coche.
-¿Tienes calor? Apago la calefacción si quieres.-Dije.
-Sí,demasiado calor, y aunque apagues la calefacción no se va a solucionar esto.- dijo mientras se desabrochaba el pantalón,quitándoselo, mientras iba descubriendo sus suaves piernas.
Me quedé sorprendido, aunque tenía que estar pendiente de la carretera, pues ahora ibamos por autopista y no podía parar a un lado para "ayudarla" con sus "problemas" de temperatura. Se dió cuenta de que me estaba distrayendo observándola,(al fin y al cabo es lo que ella buscaba), y me dijo:
-Atiende a la carretera, no querrás tener un accidente.- sonriendome picaramente comenzaba a juguetear con sus dedos dentro de sus braguitas.
Cambié de marcha, aprovechando para pasar mis dedos por sus braguitas, empapadas debido al morbo del momento y a lo cachonda que estaba en ese instante. Me apartó la mano diciendome que condujese y no tocase, que solo se podía mirar. Sonreí, llevando mis manos al volante, mientras veía como se quitaba sus braguitas empapadas del todo, y continuaba masturbándose a mi lado, soltando pequeños gemidos de placer, perfectamente audibles debido a que había apagado la radio. La veía juguetear con su clítoris, haciendo círculos a distintos ritmos  sobre el, acariciándolo, mientras se masturbaba metiendo dos de sus dedos y escuchándola gemir ahora más fuerte. De vez en cuando me miraba, sonriendo y mordiéndose el labio. Sabía que aquella situación me estaba poniendo mucho, y siguió masturbándose.
No podía dejar de mirarla de reojo, escuchándola gemir de placer a mi lado, mientras me notaba durísimo y apretado. Estaba deseando parar y follarla salvajemente, pero ella había sido lo suficientemente lista como para esperar a estar en la autopista, y nuestra salida todavía estaba a 20 minutos. La escuchaba gemir loca de placer, masturbándose más y más rápido, casi frenética, sabía que en cualquier momento iba a alcanzar el orgasmo y pronto terminaría aquella situación que me tenía jodidamente cachondo, tanto que mis pantalones me molestaban mucho, aprisionándome de una forma casi dolorosa. Pronto alcanzó el orgasmo, y comenzó a gemir descontroladamente, sin hacer esfuerzo alguno por ahogar sus gemidos, ya que nadie podía oírla a excepción mia. La escuchaba gemir de esa forma que tanto me gusta mientras seguía masturbándose frenética mientras se corría. Poco a poco su respiración se fue calmando, mientras recuperaba la compostura.Para entonces yo estaba cachondísimo y se hacía mas que evidente un bulto en mi pantalón. Me miró lascivamente mientras me desabrochaba el pantalón con una mano, mientras me susurraba al oído:
-Ahora mas te vale estar pendiente de la carretera, porque te toca a ti.